Depositar cenizas calientes o sin apagar en los contenedores de basura domiciliaria es extremadamente peligroso y representa una seria amenaza de incendio.
¿Por qué es un riesgo?
- Combustión Lenta: Las cenizas, aunque parezcan frías por fuera, pueden contener brasas latentes en su interior que conservan el calor durante horas o incluso días.
- Material Combustible: El resto de la basura doméstica (papel, cartón, plásticos, envases, etc.) es altamente inflamable y actúa como un combustible excelente para estas brasas.
- Fácil Propagación: Una vez que las brasas entran en contacto con la basura, el fuego puede iniciarse y propagarse rápidamente dentro del contenedor, afectando no solo al propio recipiente sino también a estructuras cercanas, vehículos, o incluso la fachada de viviendas.
¿Cómo prevenir el peligro?
Para evitar estos riesgos, es fundamental asegurarse de que las cenizas estén completamente frías y apagadas antes de deshacerse de ellas:
- Enfriamiento Total: Vierta las cenizas en un recipiente metálico con tapa y nunca en uno de plástico o cartón.
- Humedecer: Añada agua a las cenizas para asegurar que cualquier brasa restante se apague por completo. Remueva con cuidado.
- Espera: Deje el recipiente metálico en un lugar seguro y al aire libre por al menos 24 a 48 horas antes de depositarlas en la basura.
La precaución es clave: Un pequeño descuido puede provocar un incendio grave.
